viernes, 18 de noviembre de 2016

El camino a la integración

La situación que vivimos actualmente en referencia a los menores que llegan solos a países como Alemania, sin un futuro claro y con un tema pendiente para todos los países europeos: LA INTEGRACIÓN. Posturas políticas contradictorias que poco ayudan a crear un futuro digno para estos jóvenes.
Os dejamos este artículo que mueve conciencias y nos informa de la situación actual.


http://elpais.com/especiales/2016/refugiados/alemania/

lunes, 3 de octubre de 2016

CONSEJERÍA DE SANIDAD Y POLÍTICAS SOCIALES


Aquí os dejamos el enlace del  DECRETO 160/2016, de 27 de septiembre, por el que se modifica el Decreto 43/2009, de 6 de marzo, por el que se regula el estatuto del voluntariado social extremeño.

Cualquier persona que se inicie en el voluntariado o esté implicado en ello, debe conocer la legislación sobre voluntariado en su comunidad y estar al día de los cambios que se van produciendo en la regulación de las relaciones entre las personas voluntarias, las entidades de voluntariado social y la propia administración

lunes, 4 de abril de 2016

VOLUNTARIA EN CALAIS


Os dejamos esta profunda reflexión de Inmaculada González Clemente una de nuestras voluntarias en Cáceres, que ha pasado 10 días en Calais, Francia, viviendo de primera mano el lamentable asunto de las personas refugiadas.


¿Qué estamos haciendo?

¿Cómo estamos permitiendo esta deshumanización? ¿Esta crisis? ¿Esta falta de valores?
 Hace apenas dos semanas que he llegado de Calais, Francia, dónde más de 5000 refugiados viven hacinados en casas de tablones y plástico elaboradas por ellos mismos en un campamento al que han llamado "The Jungle". Estuve allí como voluntaria unos 10 días con la Ong L'Auberge des Migrants-Help Refugees.

Decidí ir allí porque no podía creer aquello que contaban las noticias y decidí verlo por mí misma, aún no creo lo que presencié. Fue entrar como en otro mundo, una ciudad de plástico dónde conviven PERSONAS de varios países (Afganistán, Iraq, Irán, Eritrea, Etiopia, Sudán, Líbano y como no Siria) y con una cosa en común, han huido del hambre, la guerra, el horror. Pongo la palabra personas en mayúsculas porque a veces parece que esto se olvida y es importante recordarlo.

El asentamiento se sitúa a pocos kilómetros del Eurotúnel y es por esta misma razón por la que están ahí. Esperan poder pasar a Reino Unido lo antes posible, bien porque sus familiares están allí, bien porque buscan unas mejores condiciones de vida. Algunos llevan meses otros incluso años esperando su oportunidad, algunos se tiran a los camiones en marcha o a trenes, unos lo consiguen otros sin embargo pierden la vida en el intento.

Este campo se gestiona gracias a voluntarios y donaciones y la presencia institucional es la policía. La mayoría de ayuntamientos e instituciones lo único que hacen es poner barreras al trabajo que realizan personas anónimas convencidas de que esta situación no se debe permitir y convencidas de que en este mundo para las personas no existen fronteras. La última decisión del gobierno francés ha sido desalojar la parte sur del campo donde vivían más de 3000 personas lo que ha provocado miedo y tensión entre los habitantes de la Jungla.

Las ONG’s en el campo se encargan de recibir donaciones, clasificarlas, repartirlas, ver las necesidades de las personas que viven en el campo, es decir se encargan de una asistencia básica  y últimamente debido a la decisión de desmantelar el campo ayudan a los refugiados a cambiar sus casas de lugar.

Esto que relato es lo que no paramos de escuchar recientemente en las noticias, y no sólo ocurre en Calais, Lesbos, Idomeni... ocurre lo mismo en muchas partes del mundo. Es una situación que debería hacernos levantar del asiento y exigir a los gobiernos que hagan algo frente a esta crisis, no podemos permitir que esta gente viva en condiciones infrahumanas expuestos a violaciones y extorsiones, que les cerremos puertas cuando vienen de una guerra, que les dejemos sin esperanza y sin futuro detrás de una valla de alambre... Somos cómplices de esta tragedia desde el momento en el que sabemos lo que ocurre y no hacemos nada.
Hace poco reflexionábamos en un grupo de amigos que es curioso que existen más fronteras y barreras para las personas que para las armas, ¿es que las personas valemos menos que las armas? Cómo decía Miguel Hernández "Tristes armas si no son palabras. Tristes, tristes".